Tomás tiene un avión y cuando se sube a él puede viajar por todo el mundo buscando las diferentes emociones que existen. Desde que nació Tomás asombró a su familia, porque su avión no era igual al de ellos.
Aun así, Tomás descubría nuevos países a medida que va creciendo. Todos los días se apresuraba a tener nuevas aventuras. A los 3 meses de edad descubre el país de la felicidad.
Como a sus padres les gustaba tanto este país, decidieron esconder su avión. Aun así, Tomás lo encuentra y se dispone a crear un nuevo viaje con solo 6 meses de edad; en este encuentra el país del placer y el disgusto.
Tomás no entendía por qué este mundo no les agradaba mucho a sus padres.
Como a sus padres no les agrada este país, al mes siguiente pasea por muchos países sin poder parar. A su avión le faltaba una hélice.
Mientras esto pasaba descubre que sus padres pueden sentir emociones diferentes a las de él y descubre que en verdad este viaje le da un poco de miedo; nunca antes había sentido esta sensación.
Papá y mamá no entienden por qué Tomás se comporta tan extraño. Lo que ellos no saben es que Tomás ha encontrado el país del miedo y debe aprender a vivir en él.
Cerca de este país se encuentra el lenguaje expresivo y descubre que sus padres saben mucho de este país. De la mano de su madre y copiando todo lo que hacen sus padres, aprende el lenguaje. Descubre que no es el único que viaja por los países de emociones; los otros niños de 12 meses también hablan con todos y comparten diferentes experiencias de sus viajes. Y así Tomás descubrió que todos tienen distintas emociones.
Apoyando, guiando y cuidando de nuestros niños, desde el momento de su nacimiento. Enseñandoles y ayudandoles en cada etapa que se venga presentando en la vida de nuestros pequeños, conyevando asi una salud mental, fisica y espiritual sana y segura..
Muy buena información
Muy buena informacion
Muy buena información