Desde que nacemos, necesitamos relacionarnos con otro ser humano para sobrevivir, a esto le llamamos apego, es el contacto que genera los primeros cuidadores con él bebé, y se fortalece por medio de las caricias, el tono de voz que se usa, la vocalización y el contacto visual, este proceso permite generar lo que llamamos el vínculo de confianza y seguridad que se mantiene a lo largo de vida del bebé hasta su etapa adulta, abarcando un desarrollo de manera integral.
Foto de Karen Daniela Rojas, Mamá gestante beneficiaria de la fundación Nutrydar
La estimulación prenatal, permite un desarrollo temprano de los sentidos, iniciando una preparación y una agudeza al feto, sin embargo, la madre debe permanecer tranquila, segura y sobretodo feliz por la concepción de ese nuevo ser, esto porque, según Rodelo, psicólogo de Centro Rodelo Clínica de Neurociencias, “está comprobado que, cuando la madre es feliz y ríe, produce endorfinas (hormonas de la felicidad) las cuales crean efectos beneficiosos para el organismo. La risa también, evita la producción de una hormona llanada cortisol (responsable del estrés) y libera dopamina en el cerebro, un neurotransmisor asociado a la agilidad mental, al mejorar las conexiones neuronales” lo cual se transmite al bebé a través de la placenta produciéndole sentimientos de felicidad y bienestar.
Pero, cuando las madres se ven envueltas en preocupaciones, disgustos, pelea entre otros, se generan efectos negativos en el bebé, los cuales pueden afectarle su bienestar emocional y físico. Igualmente, se ha demostrado que las emociones negativas pueden afectar al coeficiente intelectual del niño y aumentar sus posibilidades de sufrir problemas mentales y de comportamiento, como ansiedad o déficit de atención. Aunque la madre crea que su bebé está protegido dentro de su vientre del mundo exterior, la salud emocional de ella influye en su desarrollo.
Por esta razón en la Fundación NUTRYDAR, Impulsamos a las mamás a descubrir el amor de mil colores, a través de la creación de un primer juguete para su bebé, el cual le permitirá estimular y despertar la curiosidad por el mundo que lo rodea, así como distinguir la variedad de colores y los diferentes sonidos que se pueden dar con los objetos, aunque ellos aún no lo puedan ver o tocar pues como ya lo mencionábamos anteriormente, la madre le trasmite al bebe.
Juguete o movil creado por las mamás gestantes, beneficiarias de la fundación Nutrydar
Actualmente, muchos de los embarazos no son planeados, por lo cual la madre entra en un estado de no aceptación con respecto al nuevo ser que está gestando, en alguna ocasiones las madres nos expresan algunos temores como cambios en su vida, cuerpo y entorno familiar que generan descontrol y ansiedad en ella al momento de asumirlos, todo es nuevo para nuestras madres primerizas.
En este compromiso se implementan algunas herramientas de estimulación temprana como la realización de ese primer juguete, mensajes, canciones, caricias, a través de su vientre entre otras, se busca despertar en ellas el sentimiento del amor, un vínculo de confianza y seguridad que garantice al bebé un desarrollo adecuado, con respecto a las etapas de desarrollo, autoestima y sobre todo amor propio.
De ahí que la Terapeuta y escritora argentina, Laura Gutman asegure que “la maternidad se elige como una oportunidad de crecimiento personal, y la “función reflexiva” de la madre, su capacidad para comprenderse a sí misma, como una variable que favorecerá la comunicación y que conserva la seguridad del apego promoviendo conexiones significativas entre los mundos internos y externos.
Ana Yesenia Bolivar, fortaleciendo el vínculo de confianza y seguridad con su bebé
Por otro lado, “La madre y el bebé desde el nacimiento están en sincronía psicobiológica lo que llamó Daniel Stern “sincronía del afecto” e implica un entrelazamiento de estados internos entre ambos (apego), siendo éste un factor esencial para el desarrollo saludable del cerebro del niño en los dos primeros meses de vida”. De ahí que ese móvil o primer juguete que realizan para bebé, cumpla un papel muy importante en su desarrollo, permitiéndole explorar el mundo a través de los diferentes colores, sonidos, figuras y movimientos que este le puede generar, creando habilidades motoras y recuerdos a su cerebro.
También, es importante tener en cuenta que si un bebé llora es porque necesita algo, (alimentarse, que lo aseen, que lo consientan, le presten atención entre otras) ya que ese llanto, es el primer código que ellos desarrollan para comunicarse, por esta razón se debe atender. Asimismo, cuando la madre atraviesa un exceso de estrés, debe tener presente que todas esas emociones serán transmitidas a su bebé, pues aunque este no esté en su vientre, en esta segunda etapa adquiere las “representaciones” las cuales adopta principalmente de la madre, (temores, e inseguridades).
Todos los referentes se adquieren en los primeros años de vida pues el cerebro del bebé está en crecimiento y desarrollo, es decir que es como una esponja, la cual absorbe toda la información trasmitida. Por ende, es importante que no solo los padres, sino también sus cuidadores, podamos fortalecer lazos afectivos que perduren a través del tiempo, utilizando el dialogo materno, generar experiencias para el disfrute del juego, creación, exploración y la literatura, buscando mayor cantidad de neuronas (sinapsis) conexiones en el cerebro en formación con efectos muy positivos a corto y largo plazo.